La escuadra del “Bolillo” Gómez realizó su última práctica previa al inicio de su grupo en las eliminatorias mundialistas.

Hubo cielos grises, lluvia leve y viento sobre el césped artificial ayer en el estadio Cementos Progreso. Ese clima espera la selección de El Salvador para su partido de este jueves en Guatemala; “el Bolillo” Gómez y su equipo ajustaron piezas.
El técnico y sus colaboradores dirigieron los 15 minutos que fueron abiertos para los medios presentes. Algunos jugadores, en trajes con chumpas; otros, en camisetas.
En un momento, Gómez se juntó con tres de sus atacantes, Brayan Gil, Nathan Ordaz y Harold Osorio. Luego rompieron filas y se unieron a las rutinas colectivas.
“El Bolillo” siguió recorriendo la cancha mostrando seguridad. Él mismo había dicho en la conferencia que, tras una larga carrera, vive estos partidos con menos tensión. “Uno va mirando más los partidos que gritándolos”, aseguró.
El resto de la práctica (la postura del dibujo táctico, los movimientos en la cancha) fue a puerta cerrada.
Se retiraron las decenas de periodistas de medios guatemaltecos, salvadoreños e incluso norteamericanos que se acreditaron para el evento.
Antes de las 6:00 p.m. la selección terminó su trabajo en el Cementos Progreso y regresó a su base en Ciudad Cayalá, de la capital de Guatemala.
“Tenemos que estar muy preparados porque representamos a un país, con ganas de dar una alegría grande a la gente”, dijo “el Bolillo”.