El delantero de la selección analizó su 2025 con El Salvador, habló del proceso con el “Bolillo” Gómez, el gol anulado ante Panamá, la eliminación mundialista y su esperanza en el futuro del combinado nacional.

Brayan Gil, delantero de la selección de El Salvador y actual jugador del Baltika de Rusia, realizó un balance del 2025 con la Azul y Blanco, un año marcado por el aprendizaje, la frustración de no lograr la clasificación mundialista y la confianza en el proceso liderado por Hernán Darío “Bolillo” Gómez.
En conversación con EL GRÁFICO, el atacante rechazó que el año pueda calificarse como un fracaso, pese a quedar fuera del Mundial. Para Gil, el proceso vivido deja lecciones importantes tanto a nivel individual como colectivo.
“Todo es aprendizaje. La vida y el fútbol son de aprendizaje. Yo diría que no fue un fracaso, como muchos dicen. Esto no es algo que se construya de la noche a la mañana”, afirmó el futbolista salvadoreño.
Gil reconoció que quedó la deuda de regalarle una alegría a la afición, especialmente jugando como local, pero sostuvo que el balance general fue positivo. “Tal vez no pudimos darle esa alegría a la afición en casa, ganar en el Cuscatlán. Me anularon un gol que valía, pero son cosas que pasan. En términos generales, fue un buen año”, señaló.
Sobre la llegada de “Bolillo” Gómez al banquillo nacional, el delantero destacó la confianza que el cuerpo técnico ha transmitido al grupo y pidió paciencia a la afición y al entorno del fútbol salvadoreño.
“Los profes nos han dado mucha confianza. A veces esperamos resultados inmediatos, pero eso no funciona así”, explicó Gil, en referencia a un proceso que aún está en construcción.
El atacante también fue autocrítico al analizar su rendimiento en la eliminatoria, especialmente en el aspecto ofensivo. Reconoció que el poco tiempo de trabajo en selecciones afecta el funcionamiento colectivo, sobre todo para los jugadores que militan en el extranjero.
“Tal vez faltó trabajo de nosotros. Los que jugamos afuera solo tenemos tres días de entrenamiento. Hubo muchos centros y asistencias que no supe definir”, admitió.
Uno de los episodios más dolorosos para Gil fue el gol anulado ante Panamá, una jugada que considera pudo cambiar el rumbo de la eliminatoria. “Hasta hoy pienso que eso nunca fue falta, era gol. Pero ya no se puede hacer nada”, expresó, aunque reconoció que el grupo mantuvo la fe hasta el final.
Pensando en el futuro, Brayan Gil se mostró optimista con el crecimiento de la selección y no ocultó su ilusión ante la posibilidad de enfrentar a rivales de primer nivel. Incluso mencionó la opción de un amistoso ante Argentina, lo que considera una oportunidad invaluable.
“Jugar contra selecciones así nos ayuda a crecer. Ya no pensamos en 2026, pensamos en 2027. Vamos hacia adelante, creciendo como familia y como selección”, concluyó.

ALI - FIR