
La noche en el estadio Cuscatlán pintaba para fiesta, pero terminó en frustración. La Selección de El Salvador cayó 1-0 ante Guatemala en un encuentro clave por las eliminatorias rumbo al Mundial 2026, dejando a los dirigidos por Hernán Darío “Bolillo” Gómez al borde de la eliminación.
Desde temprano, el Cuscatlán lució repleto. La afición salvadoreña cantó, alentó y creyó en la victoria. Las banderas ondeaban en cada sector del estadio, mientras el sonido de los tambores hacía vibrar la noche capitalina.
El ambiente era de eliminatoria pura, con los guatemaltecos también presentes en menor número, pero alentando sin parar.
El inicio fue parejo, con ambos equipos intentando imponer su estilo. La Selecta, con Brayan Gil peleando cada balón y Nathan Ordaz buscando espacios entre los centrales rivales, se mostró más peligroso en la primera parte.
El travesaño negó el primer grito de gol a los salvadoreños tras un cabezazo de Ronald Rodríguez, y un remate cruzado de Ordaz levantó a todo el Cuscatlán. Pero la pelota, una vez más, se negó a entrar.
El segundo tiempo inició con un mazazo. Óscar Santis aprovechó un descuido en la zaga salvadoreña y, con un derechazo potente, venció a Mario González para poner el 1-0 a favor de Guatemala.
El tanto cambió el rumbo del partido. El Salvador perdió claridad y por momentos se vio superado anímicamente, mientras los guatemaltecos defendían con orden y disciplina táctica.
Bolillo Gómez intentó reaccionar con los ingresos de Noel Rivera, Enrico Dueñas y Rafael Tejada, buscando dinamismo y desborde. De hecho, Tejada estuvo cerca de generar el empate en su primera acción, pero el portero visitante se lució con una gran intervención.
Cuando el reloj marcaba el minuto 84, un disparo salvadoreño fue bloqueado por un defensor guatemalteco dentro del área, y los jugadores de La Selecta reclamaron una mano clara.
El árbitro canadiense decidió no revisar la jugada en el VAR, generando la indignación del público y a la plantilla
Con esta derrota, La Selecta suma un nuevo tropiezo en casa y compromete seriamente sus aspiraciones rumbo al Mundial 2026.
El equipo salvadoreño no logra traducir su dominio en goles, y los puntos se siguen escapando, incluso en el Cuscatlán, donde antes era casi imbatible.